14.11.12

Día 1.



Hoy es el primer día de mi vida.

He partido sin mirar atrás. Bajé los escalones sin lentitud, sin rapidez. Ni los ladridos del perro, ni el azote del viento en las ramas de las palmeras, ni la caricia del agua en el riachuelo sobre las rocas; ni los sueños, ni la ilusión, ni el amor, ni el odio, ni siquiera el cansancio, me hicieron voltear la cabeza y mirar aquel lugar amado.

Simplemente no estaré más en ese lugar. He partido.

Salgo de esa casa, con una maleta y mi morral, esas son las únicas cosas materiales que poseo. Lo demás, mi gran riqueza, la llevo repartida entre mi mente y el corazón. Desde hoy cuento con la inteligencia, el deseo de realizar y el más grande de todos mis tesoros: ¡las ganas que tengo de recuperar mis alas!


10.7.12

Presentación


“Mujer al desnudo”, no es más que el despojo de la piel que me cubre las venas, el corazón y que ha de revelar cada tramo de todo esto que siento y pienso. Algo así como una bailarina de barra, que danza mientras arroja al morbo de los hombres que la observan una a una cada prenda, y recibe aplausos, besos, piropos, quizá uno que otro billete de bajo valor. Se que, no he de recibir aplausos, lo más seguro es que al terminar de exponer mi sentimiento, sienta más asco por el amor que el que ahora siento y quizá los hombres y en especial el que consideraba “mi hombre”, reniegue aun más haberme conocido y llamado a formar parte de su vida.

Quiero hablar de sentimientos, ideas, metas, sueños (los cumplidos y los otros, los frustrados, aquellos que  tanto anhelaba y que hoy yacen en el nido de donde jamás debían haber salido y que considero lo más importante en mi vida de mujer, a pesar de haber tomado la decisión de abandonarlos. Si. Mis sueños de mujer, esos a los que me aferré y quise realizar junto a él.)