14.11.12

Día 1.



Hoy es el primer día de mi vida.

He partido sin mirar atrás. Bajé los escalones sin lentitud, sin rapidez. Ni los ladridos del perro, ni el azote del viento en las ramas de las palmeras, ni la caricia del agua en el riachuelo sobre las rocas; ni los sueños, ni la ilusión, ni el amor, ni el odio, ni siquiera el cansancio, me hicieron voltear la cabeza y mirar aquel lugar amado.

Simplemente no estaré más en ese lugar. He partido.

Salgo de esa casa, con una maleta y mi morral, esas son las únicas cosas materiales que poseo. Lo demás, mi gran riqueza, la llevo repartida entre mi mente y el corazón. Desde hoy cuento con la inteligencia, el deseo de realizar y el más grande de todos mis tesoros: ¡las ganas que tengo de recuperar mis alas!